26 septiembre 2009

Miss you/IV

Cuando todos iban para allá, él iba para acá. Así nos lo encontramos una madrugada en La Falda, vagando por las carpas buscando monedas para un tetra; un amigo músico me dijo al día siguiente que "era el de la Rubia Tarada". Parecía un busca y estaba bastante poco interesado en nuestras boludeces de hippies wannabe.
Esas noches dicen que se bardeó con los de la puerta de un boliche y terminó rompiendo una vidriera.
La tenía más clara que ninguno, aunque no soportaba a Spinetta.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.