Si por algún lado existe una raya que divide el mundo en dos, siento que Peña y yo estábamos del mismo lado. Nunca estaba demasiado lejos de mí. Por eso siempre le prestaba atención. Su frontalidad y su falta de autocompasión eran lo que más admiraba de él, si algo admiraba.
Sin embargo, como artista nunca lo disfruté. Ojo, no quiero decir que no tuviera valor como tal. Sé muy bien que su trabajo no era cosa fácil y que no se necesita de mi pobre juicio artístico para hacer una valoración.
Nunca lo escuché demasiado (quizá cuando estaba a la noche, nunca por la mañana) y nunca fui a verlo al teatro -porque en general no voy al teatro, pero tampoco hubiera sido una opción prioritaria. Y no tuve ningún interés por leer su libro porque creí que un tipo como él tenía cosas mucho más interesantes que decir que contarnos sus peripecias como Comisario de a bordo. Hasta sentí un poco de vergüenza ajena cuando vi la tapa del libro.
Lo cierto es que Peña estaba sentenciado a muerte, por más que nos vendiera que tenía un salvoconducto. Se había autosentenciado hacía mucho -como Juan Castro- y se le notaba. Algo en él no cuajaba, algo que no salía del todo a la superficie pero que estaba ahí, subyacente, y que en cuanto se ponía de manifiesto era sofocado violentamente. A veces, muchas, con ese humor tan de él. En general, pasivo-agresivo, pero muchas activo, porque era inteligente y sabía anticipar los golpes.
El único sentimiento que tengo, retomando, es el de perder a un tipo que todavía no había podido conmutarse la pena de muerte para asumir que ya no necesitaba ser el monstruo que creó para que lo dejaran en paz. Poder ser un bicho y no tener que optar por esconderse en las oquedades del piso o zumbarle a todo el mundo en los oídos.
QUE BUENA APRECIACIÓN, FENDER.
ResponderBorraryo ya comenté en algunos lugares, a mí solo me queda la pena de que no nos brinde más su lucidez, con la escases que hay acá de eso.
En el blog "Aargh! Aargh!" han hecho unos chistes muy feos con respecto a su fallecimiento. Creo que hay un límite para lo que es gracioso, y lo que pasa a ser ofensivo.
(sí, ya lo deslinkee, por si me dicen que para qué lo leo)
Y más allá de que a uno le guste o no un artista, se merece respeto, como bien lo expresás vos en el post. Yo tampoco lo fui a ver al teatro pero lo respeto muchísimo, porque fue consecuente y valiente en su forma de pensar y actuar. Y pedía perdón cuando se desbocaba. No hay mucha gente que sea tan cojonuda para rectificarse inmediatamente, o para decir lo que piensa, sin importar a qué poder va a incomodar.
Yo a Peña la verdad es que no lo escuchaba ni lo leía nada. Pero viendo algunas entrevistas me di cuenta que quizás debía haberle dado una oportunidad.
ResponderBorrarSiempre me pareció un poco agresivo y es por eso que no logré ver la parte interesante e inteligente que venía detrás de eso.
Yo si lo escuché varias veces.
ResponderBorrarRealmente una pena, pero si, ya estaba condenado.
En ninguno de los ost sobre su muerte quise opinar, pero quise dejarte mi experiencia con él.
ResponderBorrarSiempre escuché Rock and Pop, desde la señal de prueba y salvo algunos períodos breves la sigo escuchando.
Cuando me mudé lejos de la ciudad fue una de las cosas que más extrañaba, pero cuando pude localizarla por internet, quedé maravillado con un partener de La Negra Vernacci. Al principio no tenía idea que todos esos personajes eran un sólo tipo y era difícil de entender que pudiesen discutir entre sí de la manera que lo hacías. Sólo él podía hacer eso.
Además, uno de sus personajes que hacía con la negra Milagros Lopez, lo escuché en casa de mi vieja en AM por Del Plata. Donde no era peña Haciendo de... sino que el programa era de ella y los hombres llamaban convencidos que era una mujer de alrededor de 60 años, cubana.
Simplemente genial. Es cierto que a mucha gente le generaba rechazo porque era muy frontal y además era irónico constantemente, lo que no todos pueden interpretar.
Alguien más con el que esperaré encontrarme cuando me lleven.
Saludos desde muy lejos.
Muy de acuerdo. Me gustó mucho la analogía final. Usted es grosso, fender.
ResponderBorrarSaludos.
Creo que él estaba en paz consigo mismo. Al menos lo sentí asi las ultimas veces que lo ví hablando y los sentimientos que expresaba.
ResponderBorrar