02 marzo 2009

Estúpida pero maliciosa.

El bueno de Subjuntivo (una de las personalidades múltiples de Gerund, según cuenta la leyenda urbano-bloguera) se mandó un post algo enfático (convengamos que en el blog Malas Ondas lo que suele abundar son declaraciones vehementes) sobre la estupidez disfrazada de maldad o la maldad disfrazada de lógica idiota (eso es lo que me parece a mí).
Ayer veía a una artista del equívoco (no es periodista, no es cantante, no es actriz, nunca fue linda, y un largo etcétera) -y que hace gala de bobez vacuna cuando le conviene- desparramar su hinchazón de gordita culposa en varios canales, en conferencia de prensa. En casa el televisor suele prendérselo para ignorarlo y las más de las veces está con el volumen en cero, mientras le damos la espalda alegremente. Como sabía que si subía el audio me iba a arrepentir, preferí deducir del contexto lo que pasaba. Imaginé -prejuicioso- que el operativo de prensa obedecía a una eventual muerte más o menos accidental de su perrito de aguas por aplastamiento, pero no conseguí descubrir nada porque la señora no lloraba, sólo parecía estar indignada, así que no tuve más remedio que levantar el volumen. ¡Pardiez! ¡Quién me manda!.
"Yo soy católica, no quiero la pena de muerte, pero tampoco quiero que un sádico tenga un mes de cana porque tiene 18, 15 ó 16 años. Eso no es normal. Para mí, el que mata tiene que morir, pero eso no es la pena de muerte."
La mina estaba mal por la muerte violenta de alguien a quien (parece) quería. Lo suficiente para hacer lo que hizo siempre: abusar de su posición para decir cualquier boludez, total, es -como lo ha demostrado desde los autos para discapacitados hasta el choreo en pro de la caridad- inimputable.

Ella no quiere la muerte, pero la quiere. Uno termina de analizar la frase, contradictoria por donde se la mire, y le dan ganas de ir a darle un diploma de algo a esta mujer.
Pero no es estúpida, eh; como no lo es la gente que sostiene que los desaparecidos de la dictadura "algo habrán hecho", asumiendo en una sola frase que ese "algo" se castiga con la muerte -lo de desaparición es apenas un eufemismo- y que quienes aplicaron dicho castigo tenían la potestad de hacerlo. 

Cuando dos términos son intercambiables, por lógica no son excluyentes. La argumentación estúpida siempre esconde maldad, pues es sesgada con conocimiento de causa. La honradez intelectual nos obliga a recorrer todos los caminos posibles, incluso los que no nos gustan o no nos dan la razón. El malvado lo sabe y corta camino: el que mata debe morir. Todo lo que pueda deducirse de una sociedad como esta, en la que el único castigo posible a la maldad es otra maldad, forma parte de, entre otras cosas, esas estupideces como los derechos humanos.
Que la señora esté un poco sacadita y algo más indignada (es bueno recordar que la indignación moral parece ser de derechas, y la queja lastimera de izquierdas) dice que lo que ella quiere, en realidad, es venganza. La vieja Ley del Talión. 
Repetir una argumentación estúpida es una de las grandes armas de la diplomacia y la política. No hace falta que dé ejemplos, supongo. 


11 comentarios:

  1. Lo más extraño es que yo no tengo tele, y sin embargo, vi esto de casualidad. Me generó la misma impresión, además de un extra "que bueno que no tengo tele".

    Buen post, Fen.

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  2. "Porque matamos a gente que mata gente para demostrar que matar gente esta mal?" decia una remera por ahi, increible paradoja. Esta señora parece querer aplicar "la gran blumberg". Pfff. Venda el tv mejor.

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  3. Quiero creer que esa señora (que para estúpida es bastante "viva") quiso decir algo equivalente al "¡Dejámelo a mí!" que proferimos en una pelea barrial mientras nos frenan entre dos el cometer una locura contra el objeto de nuestra furia ciega.
    Por suerte, entre el "mes" de detención y la pena de muerte, hay muchas otras variantes. Una de ellas, el constitucional imperio de la Justicia funcionando correctamente para proteger a la sociedad "separando" al reo, y no "castigándolo". ¿Acaso para aplicar la pena de muerte no habría primero que atraparlo?

    Son inevitables ciertas pulsiones emocionales (hasta la Su es humana) pero por eso hay un sistema legal.

    Alguien dijo: "Ojo por ojo, y el mundo quedará ciego".
    No me preguntes cómo murió.

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  4. Gé: Gracias. Ya sé que regalarle para Pascuas.

    Nicolás: Ya tengo a quién regalárselo.

    Unser: Ahora resulta que el florista no era tan trigo limpio. Lo bueno de no tener en cuenta el clamor popular es que a éste ahora el vulgo le aplica el "algo habrá hecho", mientras se encoge de hombros (el vulgo); pero la justicia debe prescindir de todo el "contexto" de la víctima.

    Algo que me quedó por decir es que en este país, con los jueces que hay, con la justicia que nunca llega, que se amaña con los poderosos y se ensaña con los ladrones de gallinas, hablar de pena de muerte (si no bastaran todos los otros argumentos en contra) es peligroso. Y de repente me puse a pensar en Monzón, también.

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  5. Nuestra manipulable y equívoca Justicia, con el Poder de Matar, duplicaría el mal que ya implica la pena capital. Y -como decía- para aplicar dicha pena primero hay que atrapar, por lo cual si los delincuentes fueran atrapados, no haría falta la muerte: bastaría un buen sistema judicial, policial, carcelario, educativo... etc etc etc. Pero es que lo necesitamos.

    Mirá este artículo que mandó UPMA.

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  6. Lo de Monzón -y no defiendo ni condeno, ojo- les pasó a muchos desconocidos y la "falta de mérito" (léase desinterés en continuar con investigaciones o papeleos) concluyó por dejarlos libres de culpa y cargo...

    Pero cuando se trata de una figura popular de dimensiones como las que tenía Monzón, el "aparato de condenar" se torna infalible. Y condena.

    Safa el pibe chorro que -obnubilado por el paco- disparó contra el kioskero de la esquina.

    El que le robó a los abuelos y les pegó hasta lesionarlos (o matarlos).

    Pero "los Monzón" no safan nunca. Se destruyen como si se tratara de un "castigo ejemplar" para decir "-¿Ven lo que le pasa a los que hacen esto?" Y el ídolo de barro se deshidrata, y termina por quebrarse.

    Es curioso lo que decís porque, del otro lado, tenemos a gente como "La Su" (que paradójicamente fué mujer de Carlos y pudo haber corrido la misma suerte que Alicia) a la que "todo se le perdona" (como lo que apuntás de los autos para discapacitados y el escándalo de las llamadas "caritativas" y todo aquello).

    Dos clases de famosos "en los extremos".

    Comparables a lo que pudiera ocurrirles a Mirta Legrand o a Diego Maradona.

    La primera correría la suerte de Susana. El segundo, la de Monzón.

    Saludos,
    Rapote

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  7. No sé Fender. La gente enojada o alterada emocionalmente -supongo que ella lo estaba por la muerte de su amigo- suele decir cosas de las que luego se arrepiente. Nadie en su sano juicio puede decir como escucho por parte de muchas mujeres "A los violadores hay que matarlos a todos". Creo que fué eso: Incontinencia verbal por esto emocional alterado.
    O será que el estúpido soy yo que creo que en realidad hay muy poca gente realmente mala.
    Lo que si creo es que hay mucha gente enferma con toda la amplitud que quieras darle al término.
    Si le hubieran matado el perrito a propósito y con saña, probablemente hubiera dicho lo mismo.

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  8. No sé, después de "La Mary" le perdí la pista a esta chica. Me parece que ni da para la polémica.

    "Ain't it fun" me gustaba, pero es el único tema de ese disco que escuché, creo.

    Un saludo, hay un montón para leer acá.

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  9. Los dinosaurios eran terroríficos.

    Ahora entiendo porqué preguntó: -"¿VIIIVOS???"...

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  10. Unser: yo pienso que primero hay que decir dónde empieza la violencia. Quién tira la primera cuchillada, quién la induce. No digo que todo se explique diciendo que todos somos víctimas, incluso los asesinos. Digo que hay un punto en algún lugar más acá de eso de "el que mata tiene que morir", en el que la cárcel sea la respuesta para todos los responsables de una cadena criminal, empezando por quienes sabotean cualquier cambio hacia una sociedad más justa.

    Rapote: es vidrioso el asunto, pasó en USA con O. J. Simpson. A Locatti lo metieron preso -recuerdo- por hablar sin demasiado arrepentimiento públicamente de su delito, acusándolo de apologador del delito.

    Vill: intelectualizarlo, oponer su catolicismo a lo que pide, es medio sospechoso. Ella sabe cuál es su posición. La entendería más sin el PERO.

    K.: Hizo un par de programas exitosos, desde lo popular. Hasta hacían preguntas "de cultura general", tipo "Diga la capital de Wallis y Futuna", mi patria.

    Unser: le costó mucho superar Mundo Jurásico a esta mujer.

    Gracias a todos por pasar.

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  11. El que mata tiene que morir....en la cárcel.


    Y todos contentos.

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Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.