30 octubre 2008

Mi nombre es Bruce.

De chico fui un marciano que tuvo que ocultar su origen. Mis padres, amigos -y no tanto- sentían especial interés en que yo no fuera diferente a ellos; así que me hicieron saber por todos los medios a su alcance que si era raro mejor lo fuera puertas adentro. De mi cerebro, si era posible.
Entonces aprendí, con algunos tropiezos, a ser socialmente adaptable.

Claro, ya lo habrá sospechado quien lea estas líneas, todo eso tiene un costo a nivel psicológico y emocional que tuve que pagar. Habrá quien diga que ambas cosas son una sola y yo estoy de acuerdo, para qué voy a discutir.
No tengo demasiado interés en hacer una medición precisa de la transacción ni deseo saber cuantitativamente cuánto me costó ser/estar adaptado, eso lo tengo claro; pero si de algo estoy completamente seguro es que mi carácter tuvo parte en el intercambio. Veamos:

Según los registros biográficos maternos cuando era raro era, también, tranquilo. Lo mejor para tenerme silencioso y aplacado era dejarme solo, si era posible con un libro. Pero ya sabemos que nadie tiene un hijo así sin preocuparse: porque no hace deportes, porque andá a saber qué cosas le pasan por la cabeza, un millón de razones. Desde que fui diagnosticado de entrecasa con algún autismo, mis viejos no dejaron de reprocharse si consentían mi aislamiento. Tenía tres años.
Entre los cinco y los seis años aprendí a leer. No voy a decir que fue inmediato mi amor por los libros, principalmente porque no sabía qué había en ellos. Uno no aprende leer y sabe instantáneamente que el Quijote le brindará placer. Si fuera así, Tinelli sería hoy un conductor de programas de cable, recordado porque hasta Badía le decía "cabezón". Pero desde entonces, leer para mí fue siempre una especie de vicio privado y oculto, peor que masturbarse. Pero dejemos eso ahí, no compliquemos más las cosas.

No hace falta revelar que, a medida que los esfuerzos del entorno por socializarme fueron realmente imperativos, dejé de ser tan tranquilo. Con la pubertad, la potencia física y las hormonas llegó el mal humor, la tanada, la explosión, el reviente. No era extraño entonces que mi superhéroe favorito fuera Bruce Banner. Sí, Bruce, no Hulk.
Según mi interpretación, Hulk es una consecuencia de la incapacidad del mundo por entender a Banner, un tipo condenado por los actos del irracional que lleva adentro -como una maldición- que no puede controlar.

Con los años, ocultarme en la manada se me hizo cada vez más tentador, porque podía evitar la salida del monstruo verde fingiendo adaptación. Terminé evitando solito el quedarme solo, el parecer un estrafalario pariente recién venido de otro lugar. Me adapté; empecé a reírme del chiste del supositorio, fui a la cancha, miré culos en las peatonales, todo gregariamente. Aprendí el truco de desdoblar en varias mi personalidad, por lo que pude dosificar mi marcianitud; pero al mismo tiempo debí separar mucho los distintos ámbitos en que se movían cada una de esas partes. Alienado tu abuela.

Sin embargo, de dócil no tenía nada. Ya no reventaba; me volví un tipo integrado pero difícil. No cuesta adivinar que todos añoraban la época en que me quedaba solo en los rincones. Ahora era tarde; hasta mandarme a leer un libro me provocaba malhumor. Estaba desbalanceado, lejos de mi centro, por así decirlo.
Tardé muchos años en bajar un par de cambios. Sin embargo, mi lado Donald Duck siempre estuvo ahí, nunca más fui un tipo tranquilo. Incluso dudo el haberlo sido algún día. Pero mi vieja jura que sí. Insiste.

"No soy yo cuando me enojo", me encantaba cuando Bill Bixby decía eso.


12 comentarios:

  1. Con toda esa represión, usted hubiera sido un portentoso asesino en serie, los ingredientes están ahí, pero parece que no cuajó la cosa.

    Bromas aparte... cuéntenos más sobre el tema de la masturbación...

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  2. "No soy yo cuando me enojo" es genial. Yo se lo digo a mis alumnos pero no me entienden. Igual no me importa, me gusta encontrarle la gracia yo sola. ¿Ves, Fender? ¡No se salva nadie!

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  3. Coincido. Mi monstruo inadaptado interior espera moviendo el piecito tacataca, y mientras tanto se come las triquiñuelas psicológicas con las cuales lo entretengo.A veces agarra a patadas la puerta.
    Nunca estaremos cómodos en nuestras pieles y, como dijo ud, seguiremos fuera de nuestro centro, mientras no lo podamos sacar a pasear afuera con correa y bozal.
    Pero ya sabemos, esto último es irrealizable. Slds.

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  4. qué mal que escribiste este post. me hiciste leer lo que me pasa. Mal.
    Ya no me acuerdo si lo postee, creo que no, pero exactamente eso me pasa: no me acuerdo cómo era, tengo la sospecha de que era de un modo que no puedo recuperar, pero como hasta hablar con mi madre de eso me saca de quicio, no me queda otra que tratar de recordarlo, o resignarme.
    Y nunca fui buena como vos para separar los ámbitos de las varias personalidades.
    la próxima ponele advertencia al post: tipo "no apto para personas que creyeron ser marcianos y/o adoptados"

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  5. Yo soy un bicho raro a veces. Y tan raro, que creo que uno es uno cuando se enoja.

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  6. Y si, uno termina limitando su rareza por cortesia, o por verguenza, cosas que pasan. Lamento que se haya perdido mars volta.

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  7. la frse "no soy yo cuando me enojo" es perfecta. El ser un bicho raro fue parte de mi adolescencia... pero de adulto el bicho raro los mira de arriba :D
    ¡Un abrazo Fen!

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  8. lo que hace uno en pos de la socializacion no?
    *sigh*

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  9. eso de tener múltiples personalidades me es totalmente ajeno... jajajaja

    si tu lado Donald duck tira un Error 400 eso significa que... uuuh!, estás hasta las manos.

    Abrazo


    P.D: Una pregunta que se me había escapado Fender: ¿Strato o Tele (caster?

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  10. Qué bueno que nuestros lados Donald Duck y Hulk se lleven tan bien, dearest.

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  11. Uh... Bill Bixby, David Bruce Banner... "-No soy yo cuando me enojo" ¡Cuántos recuerdos!

    Iba a decir que yo también fuí un 'bicho raro' que ha sabido adaptarse en la manada. Pero veo que resulta moneda corriente...

    ¿Será que todos los bloggers tenemos -entre otras cosas- esto en común? ¿O estamos 'encajando' en esta suerte de "grupo de pertenencia" también?

    Una cosa es segura: Nosotros no tuvimos exposición a los rayos Gamma como el bueno de Banner.

    ¿O si?

    ;) Rapote

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  12. Fod: ¿Hubiera? Si todavía no me he muerto, che.
    Con respecto a las manualidades, no tengo nada que agregar que no se haya inventado ya. Tal vez, algún récord.

    LSD: Ah, vio? No entienden.

    Zippo: no, en mi caso siempre tuvo un "patio de juegos", de ahí que no haya sido asesino serial. Supongo que el refugio fue la lectura (y después, la escritura).

    Blanc: uno siempre puede reconstruirse, pero le apuesto su ojo izquierdo a que será más o menos la misma que siempre.
    Bucay, dejá de robar...

    María: yo creo que nos referimos a "perder el control". Banner sabía que no podía perderlo, y yo tampoco.

    Nicolás: Yo no. ¿Mandó saludos la insensible de Clara?

    Profe: Yo todavía los miro de costado, qué quiere que le diga.

    daniel: ¿Votar a Zamora?
    Bienvenido.

    SSS: como decía Jimi, la Tele tiene dos sonidos: el bueno y el malo. La Strato, con algunos toqueteos, es perfecta. Ahuante la Strato, luuooooooookkkk!!!!

    Cass: si se llevan es porque no se encuentran.

    Rapote: Sesuda inferencia. Me imagino q el ke no eskribamos asi tiene algo q ver.
    Por otro lado, también habrá algunos sobreadaptados en una edad temprana que devinieron en tanto huevón jugando a la Wii pasados los treinta, supongo. Y que no tienen blog. O les gusta el manga a los 41 años, a punto de ser abuelo.
    Me suena.

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Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.