22 abril 2008

La solitaria vida con los demás

Teniendo en cuenta mi historia resulta fácil catalogarme -al menos con benevolencia- de desprolijo con mi vida sentimental. Nunca construí algo permanente y más bien serví de mal ejemplo, debo admitirlo.
Nunca faltaron los que creyeron que existía una relación férrea entre mis cuitas amorosas y el valor de mi vida en general. No digo que algunas cosas no estuvieran relacionadas, pero decidir que eso explica mis circunstancias ejecutivamente es exagerar bastante.
Paralelamente, descubro que hay gente que hace esto consigo misma: la parte por el todo. Decide que no es feliz porque está sola, porque no logra afincarse en una relación -sentar cabeza- y va triste por la vida sin encontrar alguien con quien compartirla. Ese significant other, partenaire, sidekick y todos los eufemismos fashion que encontremos para la palabra "compañero". El resto, por bien que esté, no está completo sin esa parte que falta. Ayudan a esto los que, como dije antes, se ponen de ejemplo junto con la casa con diez pinos, los chicos jugando, el perro y las fotos de las vacaciones todos juntos en alguna playa para familias bien constituidas (nunca Villa Gesell, mejor Pinamar o San Clemente -oportunidad de ir a Mundo Marino-).
He vivido buena parte de mi adultez en pareja; sin embargo aprendí que manejarse en soledad es un trabajo duro. Lo he visto con mis propios ojos: gente que no sabe estar sola, que ni siquiera es capaz de pasar diez minutos en solitario sin pensar en ahorcarse, y que acepta cualquier compañía con tal de ahuyentar su propio fantasma.
No me voy a poner a dar fórmulas desde el lugar del superado al que le va bien: el camino que me trajo hasta donde estoy fue arduo; algunas cuestiones estuvieron ligadas a causas, pero la mayoría a azares. Sin embargo, reconozco que la primera parte del camino fue aprender a estar solo y a estar bien conmigo mismo. Cuando nacemos vivimos la fantasía de que siempre tendremos el entorno copado por la familia, los amigos, y los conocidos; cuesta darnos cuenta de lo contrario. Quienes lo niegan y nos miran con desdén desde esas vidas ejemplares lo aprenden tarde o nunca. He visto cómo los que mueren están solos como Cristo en el Huerto de los Olivos (mientras la popu cabecea de sueño) resistiéndose a comprender por fin que la amarga copa del final se la bebe solamente el candidato a los gusanos. Pretender otra cosa es una hijaputez egoísta, y no hay nada más que decir.
Después, encontrarnos entre los solos del mundo (los que nunca estarán solos del todo).

5 comentarios:

  1. Una entrada activista más para el catálogo.

    La compañía tolerada es solo parte de los paraísos premoldeados. A veces vienen bien mientras construimos el propio (suena demasiado utilitarista, pero no por eso es menos cierto).

    ResponderBorrar
  2. Es cierto, a uno lo bombardean de chico con que su meta debe ser encontrar un compañero y formar una familia, y si no lo lográs, se supone que te tenés que sentir frustrado. Y no. La media naranja no existe. Yo no quiero ser la otra mitad de nadie. Yo soy un ser entero y espero tener al lado a otro ser entero como yo para compartir el camino. Obvio que cuesta llegar a entender que debería ser así. Obvio que duele. Pero una vez que uno aprendé a estar feliz con uno mismo, ahí es cuando se puede hacer feliz al resto. Muy buen post, Fender.

    ResponderBorrar
  3. Si supieras cuántos adultos se dejan decir lo que tienen que pensar para no quedar mal con "completos desconocidos" tan mediocres como ellos o más, pero con un poco más de luz momentánea en el marote como para hacerle creer que se las sabe todas.
    Estoy convencida que estoy sola, no por fea ni por tonta ni por inteligente ni por tener mal carácter o ser demasiado buena.
    si te digo que estoy sola porque se dió así sería una excusa medio boluda, bueno pero le puedo agregar que no hago mucho para que cambie.Sigo con mi vida y no hago nada.
    Saludos!

    ResponderBorrar
  4. Che, Fender, hacía mucho rato que no leía un post tan bueno.
    Siempre hay alguien que escribe mejor lo que uno piensa un poco peor.

    Gracias.
    Beso.
    V.

    ResponderBorrar
  5. manuelita: el utilitarismo es un problema. Siempre uno parece estar de paso por todo, esperando eso que no llega.

    lucy: mitad o completo, lo importante es que la soledad no te abandone por estar con alguien. No sólo debe aceptarlo uno, ojo. También está en que los demás entiendan que esa soledad no es exclusiva. Más bien, al contrario.

    apa: y, es así. Remítase a mi respuesta a manuelita, pero para el caso contrario. Lo importante es no sentir que uno fracasa en algo porque compra metas que no puede, no quiere o no debe cumplir.

    V.: hoy estás querendona. Gracias.

    ResponderBorrar

La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.