01 agosto 2007

Cómo enamorar a una mujer

Cuando era adolescente conocía muy poco del mundo del amor, de las relaciones, estaba perdido. No sabía decir ni las mentiras más comunes; salvo alguna que otra cosa malaprendida, como "hacer el novio". Encima, tenía dificultad para mentir. No, mejor dicho, para sostener las mentiras. Mentir, mentía fácil. Como príncipe azul desteñía mucho, tanto que a veces no aguantaba el añil ni unos minutos.
Comúnmente, me era difícil llegar lejos y terminaba siendo el amigo extraño de las chicas lindas pero normales que se me ponían cerca.
Pero había algunas, muy pocas, aún más raras que yo. Ahí tuve siempre oportunidad. Entonces, desarrollé un gusto bastante afinado en mujeres raras: bohemias, locas lindas, voladas, soñadoras.
Aprendí a descubrirlas, pues son difíciles de ver para el ojo no entrenado. Están ahí, detrás de los anteojos, el buzo que oculta unos pechos más dignos de verse y unos jardineros gigantes sin forma. Guillerminas, zapatillas o alpargatas. Inexistentes arreglos, y un libro o dos en la mochila, listos para abrirse cuando el mundo se pone aburrido o demandante. Casi siempre, el pelo demasiado largo, o demasiado corto.
Ni me fijaba en las otras. Me pasaba como a Ricky Fitts, de la película American Beauty, que no registraba a la rubia Angela, sino a Jane, hija en la ficción de Kevin Spacey.
Viendo este vídeo (abajo, che, momentaaa), acabo recordando por qué nunca pude mantener esa imagen de príncipe azul mucho tiempo. Si es que alguna vez la tuve.
A Zakk Wylde le cuesta tanto como a mí.
No ha cambiado nada, en tantos años.
Sigo siendo cualquier cosa menos un príncipe azul.





(Adiós, Dimebag...)

8 comentarios:

  1. ¿ Entendió? No es que seamos malas, somos voladas... :)

    ResponderBorrar
  2. "La rana esconde un príncipe encantado
    tu boca un agridulce de membrillo
    que ganas de un cursillo acelerado
    de besos de tornillo, de besos de tornillo"

    Me encantó este post. :-)

    ResponderBorrar
  3. pero... ¿¡¿a quién le hace falta un príncipe azul?!?

    ResponderBorrar
  4. mire, mire como van cayendo todas como moscas atrapadas por su post, ahí las tiene, rendidas a sus pies...
    es que usted es un hombre de recursos, no le hace falta ser un príncipe azul.

    ResponderBorrar
  5. por dios, shrek es infinitamente más interesante que el totalmente común prince charming!! los príncipes azules son aburriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiidooooooooooooooooooooos....

    si en mi escuela hubiera existido un ricky fitts, hubiera estado perdidamente enamorada de el.

    ResponderBorrar
  6. No me considero para nada una de esas chicas raras o excéntricas de tu descripción, pero me admito absolutamente admiradora tuya...
    Tal como dijo gabriela, no se necesita un príncipe azul cuando podemos tener un Hombre con mayúsculas... c'est trés simple!

    no le fue tan mal en la encuesta a nuestro Miller, vrai?

    Besos!

    ResponderBorrar
  7. Ayyy!!, "según el pájaro la jaula" dicen por mis pagos. Usted sabrá encontrar belleza en esas mujeres porque sabe por donde buscarla, y si sabe por donde es porque algo de eso lo identifica....o no....."uno elige primero y si no anda, arremete contra lo que le dé bola". Advierta que estoy en un día de lo mas inspirado, toda una pueta.
    Saludos!!

    ResponderBorrar

La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.