09 octubre 2006

Cuckaroo

Al final, terminé cucarachizado y recién me dí cuenta una mañana.
No sé como fue. Parece que ya venía transformándome, de a poco.
La mayoría de mis conocidos devolvían una mirada torva y vidriosa a mi paso. "Impúdica cucaracha", murmuraban por lo bajo. "Seguro ya le encontró el gusto a las piretrinas", decían los más avisados.
Para quién no sepa qué es ser una cucaracha, acá van algunos datos de nuestra vida:
  • Estamos ahí, cuando menos se nos espera y desaparecemos a la menor perturbación. Pero volvemos.
  • Nos da lo mismo el caviar ruso que los excrementos de mono.
  • No tenemos amigos ni familiares, nos los comemos en cuanto se descuidan.
  • A diferencia de las hormigas y las abejas, cada cucaracha está por las suyas, no importa el número. Nada de acción conjunta ni organizaciones.
  • Las ratas, individualistas como nosotros, amamantan a sus crias. Nosotros nos las comemos.
  • Podemos vivir en la asepsia más perfecta, pero nos gusta mucho más la basura y los lugares oscuros.
  • La noche es nuestro día.
  • Lo que no nos mata, nos fortalece. Yo no tengo un buen día, por ejemplo, si no me doy un "saque" con algún insecticida.
  • Y por más que nos maten, siempre estaremos acá.
  • Cuando del mundo no quede nada, la última pelea será entre dos cucarachas. A ver quién se come a quien.
Dicen que, sin embargo, a veces se ve como si el ser humano que fui estuviera debajo de la costra queratinosa que lo cubre.
Pero las piretrinas son un camino de ida.

(Nota del Autor: cualquier semejanza entre este escrito y "La metamorfosis" de Franz Kafka debe computarse a mi favor. Y en contra de Kafka).

7 comentarios:

  1. Serás una cucaracha, pero de todas la más linda! jeje .....del pasado somos lo que somos hoy, y si asi fue es porque ahora eres una persona maravillosa

    ResponderBorrar
  2. No pague por el cecina lo que vale el jamon, DW!
    Esta claro que ud., de alguna extraña manera, me percibe tan distorsionado que le parezco bueno.
    Será que no tuve oportunidad de comerle el riñon...

    ResponderBorrar
  3. jajaja el riñón no!!! ese lo estoy guardando para venderlo cuando quiera ir a visitarlo....

    ResponderBorrar
  4. muahahahahaha!!! Las cucarachas sabemos que cualquier día de estos dominaremos el mundo!!
    Muahahahahahaaaaa

    ResponderBorrar
  5. lindo cambio de frontispicio maestro.
    Y las cucarachas me caen bien. Si fuera mariposa ( el bicho ese con alas, che!) huiría horrorizada

    ResponderBorrar
  6. No me convencen los fonts...

    Yo pense que Ud. era una libélula...

    ResponderBorrar
  7. No me disgustan los terroristas ni la gripe aviar. No me afligen los desastres naturales ni logran conmoverme las hambrunas mundiales. No me impresionan las ratas, ni las arañas, ni las polillas, ni las avispas, nis las serpientes, ni las marmotas, ni los pequineses.

    Ahora, las cucarachas... BBBRRRRR.

    Lástima. Tendré que hacer que lo pisen, si lo veo deambulando por ahí. Con lo bien que me caía hasta ahora.

    ResponderBorrar

La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.