
Lo cierto es que a veces ni uno mismo se conoce, menos va a conocer a los demás. Pero necesitamos confiar en alguien, por lo menos hasta que él mismo se encargue de demostrar lo contrario.
A menudo nuestros cariños se encargan de eso, infaliblemente. Familiares, parejas, amigos, socios, pares, nones. Lo peor es que has sido medido y pesado, y dejado de lado.
Igual, fuera de la traición ladina e interesada, yo no pretendo amigos perfectos. Sería muy injusto, pues yo no lo soy muchas veces.
Tengo una bajísima expectativa acerca de mis amigos. Espero muy poco de ellos. Y siempre termino asombrado por lo mucho que me dan.
Aunque hay cada cristiano que...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.