Esta humilde columna de desactualidad y pobreza humana detesta cualquier intento de hacer parecer la designación de cierto señor de nacionalidad argentina como autoridad máxima de un culto (acá evito cualquier alusión directa para gambetear a Google) como un avance o mejora en algo que tenga que ver con este país atrasado, subdesarrollado, voluble y supersticioso llamado Argentina.
Seguiremos siendo los mismos insoportables estúpidos que hacen todo lo posible por fracasar como seres humanos, una especie de avanzadilla de la Humanidad hacia su destrucción.
Sobre el tema no les voy a decir nada nuevo, les voy a linkear lo de Caparrós, que lo dice todo y ya.
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Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.