Pongo en ejercicio la esperanza; en la fibra humana, capaz de resistir con las trémulas células lo que no resiste el acero; y en eso que los creyentes llaman alma, capaz de soportar fuerzas disolutivas que no soportan ni las montañas.
14 agosto 2009
Hay cosas que uno no sabe cómo procesarlas, cómo asimilarlas. El dolor es tan fuerte que parece que nunca fuera a dejar de doler y su motivo tan justo que el pedir que duela menos suena a traición. Así que uno se queda con el dolor, doliéndose y sin querer tampoco consuelo ni ninguna otra cosa que no sea tal dolor de lleno en las tripas. Pero los seres humanos tenemos límites y en días como hoy estoy seguro de que dicho límite se queda corto, pues el dolor no se contenta con sólo dolerse.
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Comparto tus palabras Fen...
ResponderBorrarLo has dicho de la mejor manera , Fen.En el umbral de todo, el dolor no basta.
ResponderBorrarAdhiero a las palabras de Zippo.
ResponderBorrarBeso, Fen.
Yo tengo mucha bronca. La vida está llena de alegrías y tristezas, pero a veces se le va la mano con las últimas.
ResponderBorrares increíble tu capacidad para escribir en ese estado.
ResponderBorrarEs como vos decís.
Todo esto es una mierda. El dolor no tiene ningún derecho. Ninguno.
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