10 noviembre 2007

Nos quedamos solos

Acaba de morir Norman Mailer. Si mal no barrunto, quizá el último que quedaba de aquella vieja nueva novela americana, y uno de los pilares del nuevo periodismo (tan mal estudiado y peor aplicado).
Periodista, escritor, guionista, crítico, investigador, cronista, biógrafo, editor, redactor. Fue mi paradigma del hombre inteligente (el que a veces se equivoca, pero que tiene la valentía de asumirlo), del grafópata desbocado, del iconoclasta, del que se cocina en sus ideas. Salvando las distancias y las catástrofes personales, es el Walsh norteamericano (porque digan lo que digan, acá hubo un Walsh y nunca debemos olvidarlo).
Quedan cada día menos, sobre todo en un país como el suyo, en el que el sentido común no abunda.

Acá tampoco sobra. Miren alrededor...

1 comentario:

  1. Todavía me acuerdo del día en que leí los primeros fragmentos de Mailer. Absolutamente pertinentes a los tiempos que corren, en más de un sentido.
    Y si bien nunca me había puesto a pensar en Walsh como un "equivalente" de Mailer, ahora me hizo pensar en las voces de los tiempos, y cuánta falta nos hace un Walsh hoy.

    ResponderBorrar

La única condición es dar la cara. Identificarse es ser buena gente. Anónimos dependen de su viveza y don de gentes.
Perdón el capcha, pero el spam golpea fuerte estos días.